sábado, 2 de febrero de 2013

ASI COMENZO TODO GENESIS


ASI COMENZO TODO GENESIS

La creacion del mundo         1:1–2:25

El principio de la creación            1:1–2
Los días de la creación            1:3–2:3
El primer matrimonio            2:4–25


Génesis 1–
Génesis es el libro de los orígenes. Se dice que es el semillero de la Biblia. En él se encuentran en forma embrionaria todos los grandes temas bíblicos. Habla del origen del hombre, el universo, el pecado, el castigo, y el plan de Dios de bendecir a todas las naciones por medio de su simiente.
EL AUTOR
Génesis forma parte íntegra de un conjunto de cinco libros conocidos como el Pentateuco. Tanto las Escrituras como la tradición judía atribuyen a Moisés la paternidad literaria del Pentateuco. Vea, por ejemplo, Éxodo 17:14; 24:4; 34:27; Números 33:1–2 y Deuteronomio 31:9.
PROPOSITO Y TEMA
El propósito es doble: revelar al Dios eterno como Creador del universo y demostrar su soberanía y gracia al seleccionar a Israel como su pueblo escogido
ESTRUCTURA DEL LIBRO
La estructura gira alrededor de una sola palabra: generaciones, que se usa once veces como título de una sección. Tomando esto en cuenta, y el hecho de que hay una porción inicial, el libro tiene el siguiente arreglo.
LA CREACION

1:1–2:3

LAS GENERACIONES DE LOS CIELOS Y LA TIERRA

2:4–4:26

LAS GENERACIONES DE ADAN

5:1–6:8

LAS GENERACIONES DE NOE

6:9–9:29

LAS GENERACIONES DE SEM, CAM Y JAFET

10:1–11:9

LAS GENERACIONES DE SEM

11:10–26

LAS GENERACIONES DE TARE

11:27–25:11

LAS GENERACIONES DE ISMAEL

25:12–18

LAS GENERACIONES DE ISAAC

25:19–35:29

LAS GENERACIONES DE ESAU, PADRE DE LOS EDOMITAS

36:9–37:1

LAS GENERACIONES DE JACOB

37:2–50:26


EL PRINCIPIO DE LA CREACION 1:1–2
El primer versículo de la Biblia establece en forma definitiva que el mundo no comenzó por sí mismo. Dios lo creó. La frase con que se inicia el relato no se refiere a la eternidad, sino al principio del mundo como se describe en este capítulo.


EL UNIVERSO NO ES PRODUCTO DE
LA EVOLUCION
SINO DE LA MANO CREADORA DE DIOS


La palabra hebrea Elohim que se usa en este versículo es un término genérico. Significa “el fuerte” o “deidad suprema”. En su estructura, encierra pluralidad en la unidad. Este concepto se confirma en Génesis 1:26 y da lugar para creer que la Trinidad, que se desarrolló como doctrina en el Nuevo Testamento, estaba presente en ese nombre ya desde el principio del mundo.


El Fuerte o Todopoderoso creó los cielos y la tierra de la nada. La falta de materia prima no fue problema. Véase Hebreos 11:3.Génesis 1:2 indica que la creación mencionada en el primer versículo estaba incompleta. La primera cláusula introduce dos adjetivos para describir la condición de la tierra y hace caso omiso de los cielos.

Los adjetivos que utiliza son: “desordenada” y “vacía”. El primero implica “sin forma” y el segundo “sin habitantes”. La última parte del versículo presenta dos deficiencias más: había tinieblas sobre todo lo creado hasta ese momento y lo que yacía debajo de las tinieblas era el abismo.

Todo el lenguaje de este texto describe una turbulencia de aguas sobre las cuales “el Espíritu de Dios se movía”, protegiendo y participando de la obra creadora. Aunque no es el propósito de Génesis definir la doctrina de la Trinidad, es interesante observar la participación de los tres miembros de ella en la creación.

 Otros pasajes bíblicos aclaran bien esta premisa. Basta mencionar el salmo 139 para ilustrar el papel que el Padre tuvo en la creación. Job 26:13 y Salmos 104:30 mencionan la participación del Espíritu Santo en el proceso. Otros pasajes enfocan al Señor Jesucristo como el creador de todo lo que existe (Juan 1:3, Colosenses 1:16).
¡PENSEMOS!

Se nos indica la gran tarea que estaba por delante. Era necesario:

quitar las tinieblas,

calmar las aguas,

dar forma a la tierra y

Poblar la tierra.

LOS DIAS DE LA CREACION 1:3–2:3
En Génesis 1:3–2:3, Dios ahuyenta las tinieblas, arregla las aguas, pone todas las demás cosas en orden y crea habitantes para poblar la tierra. Una clave para entender el orden de eventos de los días de la creación es considerar que el Señor está alistando la tierra para el uso del hombre, quien es la cumbre de su creación.
La huida de las tinieblas. 1:3–5
En el primer día, Dios creó luz para eliminar las tinieblas que cubrían la faz de la tierra. La luz apareció sólo porque él lo ordenó: “Sea la luz, y fue la luz”. En el salmo 33, testimonio elocuente del poder creador de la divinidad encontramos en el versículo 9 las siguientes palabras alusivas:   

Porque él dijo, y fue hecho; él mandó y existió”. Algunos aseveran que era imposible tener luz en el primer día de la creación, porque el sol no fue creado sino hasta el cuarto día. Pero, ¿no es lógico pensar que aquel que es la luz puede alumbrar al mundo entero sin otra fuente lumínica?
Dios calificó de “buena” a la luz que había creado y separó la luz de las tinieblas. También les puso nombre. Llamó a la luz “día” y a las tinieblas “noche


LA LUZ Y LAS TINIEBLAS SE USAN EN LA
BIBLIA COMO SIMBOLOS DEL BIEN Y DEL MAL
DEBEMOS ANDAR EN LUZ PARA MANTENER
NUESTRA COMUNION CON DIOS. 1 JUAN 1:7


El arreglo de las aguas. 1:6–10
El segundo día Dios comenzó el arreglo de las aguas para que el hombre pudiese habitar la tierra y usarla para sus cultivos y la cría de animales. La necesidad de crear una expansión en medio de las aguas implica que antes estaban contiguas las aguas que cubrían la superficie de la tierra y las que estaban en las nubes.

Evidentemente existía una neblina muy espesa que impedía la visibilidad y hacía que la tierra fuera inútil para ser ocupada por el hombre. A su palabra se hizo la expansión y las aguas de abajo se separaron de las de arriba. “Y llamó Dios a la expansión cielos” (1:8).

Sobre ella quedó suspendida una gran masa de agua en forma de vapor que regaba la tierra antes de comenzar a llover en el tiempo del diluvio. Las aguas sobre los cielos son las nubes.
¡PENSEMOS!

Vea el contraste entre lo dicho con respecto a la obra realizada el segundo día y lo que se dijo al finalizar el trabajo del primero. ¿Qué calificativo le falta? ¿Por qué?


La creación de plantas y árboles. 1:11–12
La obra creadora del tercer día no menciona la expansión porque su actividad se limitó a las aguas que estaban debajo de los cielos. Por orden divina se juntaron en un lugar y se descubrió lo seco, el cual fue llamado “tierra” y la reunión de las aguas “mares” (1:10). Habiéndose completado el arreglo de las aguas, aun antes de terminar el tercer día, Dios calificó de “bueno” su trabajo.


Ya con un espacio seco y listo, Dios procedió a colocar plantas y árboles en la tierra para el uso del hombre. Las plantas debían producir hierba que diera semilla y los árboles fruto “cuya semilla está en él” (1:11–12). La expresión “según su género” pone límites que las distintas variedades reproductivas no pueden traspasar.
La aparición de las lumbreras. 1:14–19

No sabemos a ciencia cierta qué fuente de luz usó Dios durante los primeros tres días de la creación. Del cuarto día en adelante no cabe la menor duda, porque aparecieron las dos grandes lumbreras para llevar a cabo sus funciones específicas. Antes de considerarlas, tomemos en cuenta que el enfoque de la creación cambia de la tierra a los cielos. El sol y la luna aparecieron  en la expansión de los cielos”.

Anteriormente observamos que el trabajo creador en la tierra había quedado incompleto. Ahora vemos la misma situación con referencia a la obra creadora en los cielos. El sol y la luna ya existían como parte de la creación de “los cielos y la tierra” en Génesis 1:1. En el cuarto día se completó el proceso. Recibieron órdenes y comenzaron a llevar a cabo sus funciones.

LOS PROPOSITOS DEL SOL Y LA LUNA SON:
1. DISTINGUIR ENTRE EL DIA Y LA NOCHE
2. SERVIR DE SEÑALES
3. SEPARAR LAS ESTACIONES
4. DAR LUZ A LA TIERRA


Conviene notar que la frase: “Y fue la tarde y la mañana el día cuarto” es igual a lo que se ha dicho al finalizar el trabajo de cada día de la creación. No comienza con el día que aparecieron el sol y la luna. Esos días no representaban eras geológicas, sino días de 24 horas.


LOS DIAS DE LA CREACION TIENEN 24 HORAS.
EN EL A.T., LA PALABRA “DIA”
USADA CON UN ADJETIVO NUMERAL
SIEMPRE SIGNIFICA UN DIA SOLAR.
Aves y Criaturas Marinas. 1:20–23
En el quinto día el Creador comenzó el proceso de poblar la tierra y el mar. En resumen, podemos decir que aparecieron por orden divina las aves y criaturas marinas. Observemos que Dios había preparado con anterioridad la expansión para el vuelo de las aves, y los mares para los seres del mar. Después les ordenó fructificar y multiplicarse y Llenar sus respectivos hábitats.
El día cumbre de la creación. 1:24–31
Al inicio del sexto día, Dios hizo tres clases de animales terrestres: ganado, reptiles y bestias. Cada cual fue hecho según su género. Esa ley fijada en el principio de la creación sigue en vigor. Hay límites bien marcados que impiden que las diferentes especies se entremezclen en la reproducción.


EL HOMBRE TIENE UN LUGAR UNICO
EN LA CREACION.
FUE CREADO A LA IMAGEN DE DIOS


Antes que el hombre fuera creado, se Llevó a cabo una sesión cumbre. El Señor dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza”. En esa consulta participaron los tres miembros de la Trinidad. Como ya hemos observado, cada uno jugó un papel muy importante en la creación. Era lógico que consultaran entre sí antes de compartir su imagen con una de sus criaturas (1:27–28).

Esa semejanza no es física, porque Dios no tiene forma física. Sin duda se refiere a los aspectos distintivos del hombre: su intelecto, vida, personalidad, emociones y capacidad de comunión espiritual con Dios. Cuando el hombre pecó, perdió su condición santa, pero aún retiene su intelecto, emociones y voluntad (Génesis 9:6; Santiago 3:9).


EL MANDATO (1:28) DE:
FRUCTIFICAR,
MULTIPLICARSE,
LLENAR LA TIERRA,
VINO ANTES DE LA CAIDA DEL HOMBRE.


Otra evidencia de la posición privilegiada del hombre es que Dios le dio dominio sobre el resto de la creación (1:28–30; 2:19). Es más, le ordenó sojuzgarla, y señorear “en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra”. Asimismo le dio el derecho de comer de todas las plantas, pero no le permitió consumir carne sino hasta después del diluvio (9:3).

El Creador terminó su gran obra mencionando el mismo calificativo que había aplicado a cada una de las anteriores, pero ahora es evidente que tiene en mente el trabajo en su totalidad: “Y vio Dios todo lo que había hecho y he aquí que era bueno en gran manera.”
¡PENSEMOS!

¿Qué calificativos aplica usted a la creación? Al contemplarla, ¿qué emociones surgen en su alma? En palabras concisas y a grandes rasgos, procure recordar lo que fue creado cada día.

El séptimo día. 2:2
El séptimo día Dios reposó “de toda la obra que hizo” (2:2). No es que estuviera cansado, porque el Todopoderoso no se cansa. Hay buena evidencia en otros pasajes bíblicos de que él quiso dar ejemplo a los seres humanos.
En Génesis 2:4 se introduce otro nombre para el Señor: “Jehová” que es su nombre más importante en el Antiguo Testamento. Significa “el Auto existente” y “el Redentor de Israel” (Éxodo 3:14 y 6:6). Aparece mencionado 6,823 veces en el Antiguo Testamento.

Después de crear al hombre del polvo de la tierra, Dios lo puso en un huerto que había plantado en Edén (2:8). Estaba ubicado probablemente en lo que hoy conocemos como Irak. Llegamos a esta conclusión porque dos de los cuatro ríos mencionados que se localizan en su territorio son los bien conocidos Tigris (Hidekel) y Éufrates (2:14).

El hombre recibió privilegios casi ilimitados en cuanto a comer de los árboles del huerto, salvo una restricción: el árbol de la ciencia del bien y del mal. Se le advirtió: “el día que de él comieres, ciertamente morirás” (2:17).
¡PENSEMOS!

¿Qué lecciones prácticas se desprenden del hecho de que Dios reposó de su obra? Según Génesis 2:15, el trabajo se inició antes de la caída en el pecado. ¿Qué dice esto en cuanto al valor del trabajo?[1]

EL PRIMER MATRIMONIO 2:18–25
Tomando en cuenta la soledad del hombre, Dios le adormeció, sacó una costilla de su costado y de ella hizo a la mujer como su ayuda idónea. Los puntos más sobresalientes de ese matrimonio modelo son los siguientes:




UN MATRIMONIO MODELO
1. Iniciado por Dios (2:18).
2. Una relación heterosexual (2:22).
3. Una relación monógama (2:21–22).
4. La mujer fue tomada del costado del hombre, no de sus pies (2:21–22).
5. Una relación interdependiente (2:18, 23).
6. Una relación permanente (2:24a y b).
7. Una relación íntima (2:24c).      

                                                                                                                     Estudio Biblico por Abiel

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